[Grupito] Fwd: : tertulia el 7 de mayo (martes)

ecomujeres at aol.com ecomujeres at aol.com
Thu May 2 22:57:54 PDT 2013


Un recordatorio sobre la tertulia que viene.  Favor de contactar a Anna si quieres asistir.





ENGLISH FOLLOWS SPANISH
*****************************************************************************
ANUNCIOS – EVENTOS VENIDEROS
****************************
 
Si quieres ofrecer tu casa para una tertulia en junio, avísame porfa.
 
¿Conoces alguien interesado en el Grupito? Puede inscribirse diréctamente en la página:  http://lists.sonic.net/mailman/listinfo/grupito 
 
Si ya no quieres recibir los mensajes del Grupito, visite la página del Grupito http://lists.sonic.net/mailman/listinfo/grupito  para terminar tu suscripción
 
*****************************************************************************
 
Saludos:
 
La próxima tertulia literaria y gastronómica tendrá lugar el día 7 de mayo (el martes), a las 7:00 de la noche en la casa de Ana Shapiro.
 
Debido a su casita pequeña, solo hay espacio para 8 huéspedes.  Por eso, el RSVP a Ana es obligatorio.  Por telefono: 510 845 0365 o por email: anneshapiro223 en gmail.com
 
Ella enviará las direcciones a su casa a cada uno de los primeros 8 que respondan.
 
La lectura, dos cuentos cortos por Elena Poniatowska, está adjunta en formato PDF.
 
Ademas, hay abajo una copia de la lectura por si acaso tengas problemas con 
el documento.
 
Te rogamos que vengas preparado, habiendo leído la lectura de
antemano, y que traigas un plato y/o una bebida para compartir.
 
Debra Valov
ecomujeres en aol.com
 
 
ENGLISH
****************************************************************************
ANNOUNCEMENTS – UPCOMING EVENTS
*******************************
 
If you’re interested in hosting a tertulia in June, please let me know.
 
Know someone who wants to join El Grupito?  They can join directly by visiting the page:  http://lists.sonic.net/mailman/listinfo/grupito
 
No longer want to receive messages from El Grupito? Go to the Grupito page and remove yourself from the list:  http://lists.sonic.net/mailman/listinfo/grupito
 
***************************************************************
Hello!
 
The next tertulia will take place on May 7 (Tuesday) at 7 pm at 
Ana Shapiro’s.
 
Because her casita is small, there is only room for 8 guests and an RSVP is required: 510-845-0365  o por email: anneshapiro223 en gmail.com
 
 
She will send directions to her place to the first 8 people to RSVP.
 
The reading, two short stories by Elena Poniatowska, is attached as a PDF file.  There is also a copy at the end of this email in case you have problems with the file.
 
Please come prepared, having already read the story, and bring a plate 
and/or drink to share.
 
Debra Valov
ecomujeres en aol.com
 
 
*****************************************************************************
Grupito mailing list
 
Para inscribirse en la lista de correo del Grupito, visita:
To join the mailing list for El Grupito, go to:  http://lists.sonic.net/mailman/listinfo/grupito
 
*****************************************************************************
 
LA LECTURA/READING
******************
Esperanza número equivocado
Esperanza siempre abre el periódico en la sección de sociales y se pone a ver las novias. Suspira: “Ay, señorita Diana, cuándo la veré a usted así”. Y examina infatigable los rostros de cada uno de las felices desposadas. “Mire, a esta le va a ir de la patada…” “A esta otra pue' que y se le haga…” “Esta ya se viene fijando en otro. Ya ni la amuela. Creo que es el padrino…” Sigue hablando de las novias obsesiva y maligna. Con sus uñas puntiagudas —“me las corto de triangulito, pa arañar, así se las había de limar la señorita”—, rasga el papel y bruscamente desaparece la nariz del novio, o la gentil contrayente queda ciega: “Mire niña Diana, qué chistosos se ven ahora los palomos”. Le entra una risa larga, larga, larga, entrecortada de gritos subversivos: “Hi ¡Hi! ¡Hi! ¡Hi! ¡Hiiii!”, que sacude su pequeño cuerpo de arriba abajo. “No te rías tanto, Esperanza, que te va a dar hipo”. 
A veces Diana se pregunta por qué no se habrá casado Esperanza. Tiene un rostro agradable, los ojos negros muy hundidos, un leve bigotito y una patita chueca. La sonrisa siempre en flor. Es bonita y se baña diario. 
Ha cursado cien novios: “No le vaya a pasar lo que a mí, ¡que de tantos me quedé sin ninguno!”. Ella cuenta: “Uno era decente, un señor ingeniero, fíjese usted. Nos sentábamos el uno al lado del otro en una banca del parque y a mí me daba vergüenza decirle que era criada y me quede silencia”. 
Conoció al ingeniero por un “equivocado”. Su afición al teléfono la llevaba a entablar largas conversaciones. “no señor, está usted equivocado. Esta no es la familia que usted busca, pero ojalá y fuera”. “Carnicería ‘La Fortuna'” “No, es una casa particular pero qué fortuna…” Todavía hoy, a los cuarenta y ocho años, sigue al acecho de los equivocados. Corre al teléfono con una alegría expectante: “Caballero yo no soy Laura Martínez, soy Esperanza…” Y a la vez siguiente: “Mi nombre es otro, pero en ¿qué puedo servirle?” ¡Cuánto correo del corazón! Cuántos “Nos vemos en la puerta del cine Encanto. Voy a llevar un vestido verde y un moño rojo en la cabeza”… ¡Cuántas citas fallidas! ¡Cuántas idas a la esquina a ver partir las esperanzas! Cuántos: “¡Ya me colgaron!” Pero Esperanza se rehace pronto y tres o cuatro días después, allí está nuevamente en servicio dándole vuelta al disco, metiendo el dedo en todos los números, componiendo cifras al azar a ver si de pronto alguien le contesta y le dice como Pedro Infante: “¿Quiere usted casarse conmigo?” Compostura, estropicio, teléfono descompuesto, 02, 04, mala manera de descolgarse por la vida, como una araña que se va hasta el fondo del abismo colgada del hilo del teléfono. Y otra vez a darle a esa negra carátula de reloj donde marcamos puras horas falsas, puros: “Voy a pedir permiso”, puros: “Es que la señora no me deja…”, puros: “¿Qué de qué?” porque Esperanza no atina y ya le está dando el cuarto para las doce. 
Un día el ingeniero equivocado llevó a Esperanza al cine, y le dijo en lo oscuro: “Oiga señorita, ¿le gusta la natación?” Y le puso la mano en el pecho. Tomada por sorpresa, Esperanza respondió: “Pues mire usted ingeniero, ultimadamente y viéndolo bien, a mí me gusta mi leche sin nata”. Y le quitó la mano. 
Durante treinta años, los mejores de su vida, Esperanza ha trabajado de recamarera. Sólo un domingo por semana puede asomarse a la vida de la calle, a ver a aquella gente que tiene “su” casa y “su” ir y venir. 
Ahora ya de grande y como le dicen tanto que es de la familia, se ha endurecido. Con su abrigo de piel de nutria heredado de la señora y su collar de perlas auténticas, regalo del señor, Esperanza mangonea a las demás y se ha instituido en la única detentadora de la bocina. Sin embargo, su voz ya no suena como campana en el bosque y en su último “equivocado” pareció encogerse, sentirse a punto de desaparecer, infinitamente pequeña, malquerida, y, respondió modulando dulcemente las palabras: “No señor, no, yo no soy Isabel Sánchez, y por favor, se me va a ir usted mucho a la chingada”. 
* De noche vienes , Ed. Grijalbo, 1979, México, pp. 31- 36. http://redescolar.ilce.edu.mx/redescolar/act_permanentes/lengua_comunicacion/el_oto%F1o/entrale/entrale_poniatow/etapa3/etapa3a.htm
 
Las lavanderas
Elena Poniatowska
EN LA HUMEDAD gris y blanca de la mañana, las lavanderas tallan su ropa. Entre sus manos el mantel se hincha como pan a medio cocer, y de pronto revienta con mil burbujas de agua. Arriba sólo se oye el chapoteo del aire sobre las sábanas mojadas. Y a pesar de los pequeños toldos de lámina, siento como un gran ruido de manantial. El motor de los coches que pasan por la calle llega atenuado; jamás sube completamente. La ciudad ha quedado atrás; retrocede, se pierde en el fondo de la memoria. 
Las manos se inflaman, van y vienen, calladas; los dedos chatos, las uñas en la piedra, duras como huesos, eternas como conchas de mar. Enrojecidas de agua, las manos se inclinan como si fueran a dormirse, a caer sobre la funda de la almohada. Pero no. La terca mirada de doña Otilia las reclama. Las recoge. Allí está el jabón, el pan de a cincuenta centavos y la jícara morena que hace saltar el agua. Las lavanderas tienen el vientre humedecido de tanto recargarlo en la piedra porosa y la cintura incrustada de gotas que un buen día estallarán. 
A Doña Otilia le cuelgan cabellos grises de la nuca; Conchita es la más joven, la piel retirada a reventar sobre mejillas redondas (su rostro es un jardín y hay tantas líneas secretas en su mano); y doña Matilde, la rezongona, a quien siempre se le amontona la ropa. 
-Del hambre que tenían en el pueblo el año pasado, no dejaron nada para semilla. 
-Entonces ¿este año no se van a ir a la siembra, Matildita? 
-Pues no, pues ¿qué sembramos? ¡No le estoy diciendo que somos un pueblo de muertos de hambre! 
-¡Válgame Dios! Pues en mi tierra, limpian y labran la tierra como si tuviéramos maíz. ¡A ver qué cae! Luego dicen que lo trae el aire. 
-¿El aire? ¡Jesús mil veces! Si el aire no trae más que calamidades. ¡Lo que trae es puro chayotillo! 
Otilia, Conchita y Matilde se le quedan viendo a doña Lupe que acaba de dejar su bulto en el borde del lavadero. 
-Doña Lupe ¿por qué no había venido? 
-De veras doña Lupe, hace muchos días que no la veíamos por aquí. 
-Ya la andábamos extrañando. 
Las cuatro hablan quedito. El agua las acompaña, las cuatro encorvadas sobre su ropa, los codos paralelos, los brazos hermanados. 
-Pues, ¿qué le ha pasado Lupita que nos tenía tan abandonadas? 
Doña Lupe, con su voz de siempre, mientras las jícaras jalan el agua para volverla a echar sobre la piedra, con un ruido seco, cuenta que su papá se murió (bueno, ya estaba grande) pero con todo y sus años era campanero, por allá por Tequisquiapan y lo querían mucho el señor cura y los fieles. En la procesión, él era quien le seguía al señor cura, el que se quedaba en el segundo escalón durante la santa misa, bueno, le tenían mucho respeto. Subió a dar las seis como siempre, y así, sin aviso, sin darse cuenta siquiera, la campana lo tumbó de la torre. Y repite doña Lupe más bajo aún, las manos llenas de espuma blanca. 
-Sí. La campana lo mató. Era una esquila, de esas que dan vuelta. 
Se quedan las tres mujeres sin movimiento bajo la huida del cielo. Doña Lupe mira un punto fijo: 
-Entonces, todos los del pueblo agarraron la campana y la metieron a la cárcel. 
-¡Jesús mil veces! 
-Yo le voy a rezar hasta muy noche a su papacito... 
Arriba el aire chapotea sobre las sábanas. 
(La escritora mexicana Elena Poniatowska nació en realidad en París en 1932. Fue en 1942 que la familia se radicó en México. Con una larga trayectoria periodística, es autora de novelas como Hasta no verte Jesús mío, Querido Diego, te abraza Quiela, La flor de lis, Tinísima, y La piel del cielo. Entre sus libros de cuentos figuran: Lilus Kikus, Métase mi prieta entre el durmiente y el silbatazo, y De noche vienes. A este último, publicado en 2002, pertenece el texto de esta página). 
http://historico.elpais.com.uy/Suple/Cultural/09/02/13/cultural_397915.asp
 
 
 
 

_______________________________________________
Grupito mailing list
Grupito en lists.sonic.net
http://lists.sonic.net/mailman/listinfo/grupito




------------ pr�xima parte ------------
Se ha borrado un adjunto en formato HTML...
URL: <http://lists.sonic.net/pipermail/grupito/attachments/20130503/d251b59b/attachment.html>
------------ pr�xima parte ------------
A non-text attachment was scrubbed...
Name: Cuentos_Poniatowska.pdf
Type: application/pdf
Size: 24628 bytes
Desc: no disponible
URL: <http://lists.sonic.net/pipermail/grupito/attachments/20130503/d251b59b/attachment.pdf>


More information about the Grupito mailing list