[Grupito] La Lectura para la tertulia de junio 21

Mark Middlebrook mark en teamrioja.org
Mar Jun 13 08:14:12 PDT 2006


He aquí la lectura para la tertulia el 21 junio (no hace falta ponerte en
contacto con Xequina):

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Historias de Cronopios y de Famas

Julio Cortázar

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Para más información sobre que es un "cronopio," un "fama" y un "esperanza",
visite las páginas o vea al fondo de este mensaje:

http://www.famasycronopios.com/     y/o

http://es.wikipedia.org/wiki/Cronopio



Para más información sobre el autor, vea la siguiente página:

http://www.literatura.org/Cortazar/Cortazar.html



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1.  Viajes



Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad
son las siguientes: Un fama va al hotel y averigua cautelosamente los
precios, la calidad de las sábanas y el color de las alfombras. El segundo
se traslada a la comisaría y labra un acta declarando los muebles e
inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas.
El tercer fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y
sus especialidades.



Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen en la plaza mayor de la
ciudad, se comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un
aperitivo. Pero antes se toman de las manos y danzan en ronda. Esta danza
recibe el nombre de "Alegría de los famas".



Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes
ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les
cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen
firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se
dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan
toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están
invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los
cronopios.



Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y
son como las estatuas que hay que ir a verlas porque ellas ni se molestan.



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2.  Costumbres de los famas



Sucedió que un fama bailaba tregua y bailaba catala delante de un almacén
lleno de cronopios y esperanzas. Las más irritadas eran las esperanzas
porque buscan siempre que los famas no bailen tregua ni catala sino espera,
que es el baile que conocen los cronopios y las esperanzas. Los famas se
sitúan a propósito delante de los almacenes, y esta vez el fama bailaba
tregua y bailaba catala para molestar a las esperanzas. Una de las
esperanzas dejó en el suelo su pez de flauta -pues las esperanzas, como el
Rey del Mar, están siempre asistidas de peces de flauta- y salió a imprecar
al fama, diciéndole asi:



-Fama, no bailes tregua ni catala delante de este almacén.



El fama seguía bailando y se reía.



La esperanza llamó a otras esperanzas, y los cronopios formaron corro para
ver lo que pasaría.



-Fama -dijeron las esperanzas-. No bailes tregua ni catala delante de este
almacén.



Pero el fama bailaba y se reía, para menoscabar a las esperanzas.



Entonces las esperanzas se arrojaron sobre el fama y lo lastimaron. Lo
dejaron caído al lado de un palenque, y el fama se quejaba, envuelto en su
sangre y su tristeza. Los cronopios vinieron furtivamente, esos objetos
verdes y húmedos. Rodearon al fama y lo compadecían diciéndole así:

-Cronopio cronopio cronopio.



Y el fama comprendía, y su soledad era menos amarga.



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3.  Relojes



Un fama tenía un reloj de pared y todas las semanas le daba cuerda CON GRAN
CUIDADO. Pasó un cronopio y al verlo se puso a reir, fue a su casa e inventó
el reloj-alcachofa o alcaucil, que de una y otra manera puede y debe
decirse.



El reloj alcaucil de este cronopio es un alcaucil de la gran especie, sujeto
por el tallo a un agujero de la pared. Las innumerables hojas del alcaucil
marcan la hora presente y además todas las horas, de modo que el cronopio no
hace más que sacarle una hoja y ya sabe una hora. Como las va sacando de
izquierda a derecha, siempre la hoja da la hora justa, y cada día el
cronopio empieza a sacar una nueva vuelta de hojas. Al llegar al corazón el
tiempo no puede ya medirse, y en la infinita rosa violeta del centro el
cronopio encuentra un gran contento, entonces se la come con aceite, vinagre
y sal, y pone otro reloj en el agujero.



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4.  Conservación de los recuerdos



Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la
siguiente forma: Luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo
envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la
pared de la sala, con un cartelito que dice: "Exculsión a Quilmes", o:
"Frank Sinatra".



Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los
recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el
medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No
vayas a lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso que
las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de
los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan
siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y
van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.



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5.  La cucharada estrecha



Un fama descubrió que la virtud era un microbio redondo y lleno de patas.
Instantáneamente dio a beber una gran cucharada de virtud a su suegra. El
resultado fue horrible: esta señora renunció a sus comentarios mordaces,
fundó un club para la protección de alpinistas extraviados, y en menos de
dos meses se condujo de manera tan ejemplar que los defectos de su hija,
hasta entonces inadvertidos, pasaron a primer plano con gran sobresalto y
estupefacción del fama. No le quedó más remedio que dar una cucharada de
virtud a su mujer, la cual lo abandonó esa misma noche por encontrarlo
grosero, insignificante, y en un todo diferente de los arquetipos morales
que flotaban rutilando ante sus ojos.



El fama lo pensó largamente, y al final se tomó un frasco de virtud. Pero lo
mismo sigue viviendo solo y triste. Cuando se cruza en la calle con su
suegra o su mujer, ambos se saludan respetuosamente y desde lejos. No se
atreven ni siquiera a hablarse, tanta es su respectiva perfección y el miedo
que tienen de contaminarse.



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Se puede encontrar más de "Historias de cronopios y de famas", por Julio
Cortázar, en las páginas:

http://www.literatura.org/Cortazar/Cronopios.html

http://www.geocities.com/cronopiorg/cuent.html



* * * * * * * * *

*¿QUIÉNES SOMOS? *

de  http://www.famasycronopios.com/



¿Eres un *fama*? ¿o un *Cronopio*? Quizás seas un Esperanza. Los famas
buscan la élite social, quieren ser reconocidos y, desde luego, reconocerse
a sí mismos de acuerdo a la imagen anhelada. Por ello, su obsesión con el
tiempo, su intensa preocupación por no perderlo y aprovecharlo al máximo…
por no dejarlo ir sin antes trascender. Los Cronopios, por su parte, son
aquellos seres desordenados y lúdicos, que viven con desdén todo aquellos
que remita a orden y normas. Son espíritus libres, que disfrutan el aquí y
el ahora. Por último, los Esperanzas, esos ambiguos adolescentes, sueñan
constantemente con un futuro glorioso del cual no están dispuestos a asumir
las responsabilidades que implica.

Julio Cortázar nos propuso esta peculiar nomenclatura social en su libro
"Historia de Famas y Cronopios". Nosotros buscamos crear un espacio de
tolerancia y diversidad donde todos estos peculiares caracteres puedan
convivir entre ellos, con las artes plásticas y la literatura. Tomar un buen
café, escuchar música y sentir que se encuentra en un lugar al que se
pertenece.

La idea del lugar es la creación de un espacio. De tolerancia a la
diversidad. En la lectura de Cortazar más que apuntar a la existencia de
personalidades la idea de los famas, los cronopios o las esperanzas, señala
disposiciones que cada uno de nosotros tiene respecto de la vida. A veces
esa disposición se organiza teniendo como referencia la pretensión de
status, la frivolidad, la idea de sentirse mejor que otro, otras veces
parece transcurrir sobre la condición de gozo del disfrute, del sentido de
la buena vida. Y otras en una incertidumbre que no sabe si lo que busca es
ser reconocido por otros en virtud de los símbolos diversos que señalan el
poder la riqueza o, sencillamente, la inquietud de vivir de conformidad
(satisfecho o conforme con lo que se tiene o es)

Pensamos que debe ser un espacio para complacer esas distintas disposiciones
a los famas (status, buscar verse y que lo vean, obsesionado por el tiempo)
y los cronopios ( gozosos, desordenados, viven con desdén el orden y las
normas) estamos para ofrecer la satisfacción de ambas disposiciones. Los
Esperanzas son ambiguos como adolescentes, esperan ser el escritor famoso
pero esperan ser un sujeto libre.

de http://es.wikipedia.org/wiki/Cronopio    Un *cronopio* es una criatura de
ficción que aparece en las obras del escritor
argentino<http://es.wikipedia.org/wiki/Argentina> Julio
Cortázar <http://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Cort%C3%A1zar> junto con las *
famas* y *esperanzas*. Los cronopios son personajes de una serie de
cuentos<http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Cuentos&action=edit>en
su libro
*Historias de Cronopios y de
Famas<http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Historias_de_Cronopios_y_de_Famas&action=edit>
* 1962 <http://es.wikipedia.org/wiki/1962>.

Cortázar utilizó por primera vez la palabra *cronopio* en un articulo
publicado en Buenos Aires
Literaria<http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Buenos_Aires_Literaria&action=edit>en
1952 <http://es.wikipedia.org/wiki/1952>, comentando un concierto dado
por Louis
Armstrong <http://es.wikipedia.org/wiki/Louis_Armstrong> en noviembre de ese
año en el Théâtre des
Champs-Élysées<http://es.wikipedia.org/wiki/Th%C3%A9%C3%A2tre_des_Champs-%C3%89lys%C3%A9es>de
París <http://es.wikipedia.org/wiki/Par%C3%ADs>. El artículo se
titulaba *Louis,
enormísimo cronopio*. Cortázar explicó después en varias entrevistas cómo el
nombre *cronopio* se le había ocurrido por primera vez poco antes en el
mismo teatro, como resultado de una vision fantástica de pequeños globos
verdes flotando alrededor en el semi-vacío teatro.

En sus relatos, Cortázar evita dar una descripción física precisa de los
cronopios y se refiere a ellos sólo como "objetos verdes y húmedos". Los
relatos proporcionan claves acerca de la personalidad, los hábitos y las
inclinaciones artísticas de los cronopios. En general, los cronopios son
presentados como criaturas ingenuas, idealistas, desordenadas, sensibles y
poco convencionales, en claro contraste con los *famas*, que son rígidos,
organizados y sentenciosos; y los *esperanzas*: simples, indolentes,
ignorantes y aburridos.

La mayor parte de las referencias a cronopios en la obra de Cortázar se
encuentra en las 20 historias que forman la última sección de su libro
*Historias
de Cronopios y de Famas*. Algunos críticos literarios creen que ésta es una
obra menor de Cortázar, en comparación con sus novelas y sus libros de
relatos. Otros críticos han buscado en este libro significados metafísicos
ocultos, o una taxonomía universal de los seres humanos. El propio autor se
refirió a estos relatos como una especie de juego y aseguró que le había
producido un gran placer escribirlos.

El término "cronopio" terminó por convertirse en una especie de tratamiento
honorífico, aplicado por Cortázar (y otros) a amigos, como en la dedicatoria
de la traducción inglesa de 62:Modelo para armar, donde se dice: "Esta
novela y su traducción están dedicadas al cronopio Paul Blackburn..."
------------ próxima parte ------------
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