[Grupito] : Tertulia el 16 de marzo (MIERCOLES)

Ecomujeres at aol.com Ecomujeres at aol.com
Thu Mar 3 19:08:41 PST 2011


 
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ANUNCIOS 
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Favor de contactarme si  quieres ofrecer tu casa en marzo o abril.  Todavía 
no tenemos programada otra  tertulia en marzo o abril.  
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Saludos: 
La próxima tertulia  literaria y gastronómica finalmente tendrá lugar el 
día 16 de marzo (el MIERCOLES), a las 7:00 de la noche en la casa de Roberta  
Weisbard: 
1531 Addison St, Berkeley 94703 
(Addison is one block south of University.   Roberta is located between 
Sacramento and  California  streets).  
Favor de enviarle un RSVP  a: _rweisbard en gmail.com_ 
(mailto:rweisbard en gmail.com)  
La lectura, dos  cuentos cortos por Elena Poniatowska, está atada como un 
documento  PDF. 

Ademas, hay abajo una  copia de la lectura si tienes problemas con el PDF. 
Te rogamos que vengas  preparado, habiendo leído la lectura de
antemano, y que traigas un plato y/o  una bebida para compartir. 
Debra  Valov 
_ecomujeres en aol.com_ (mailto:ecomujeres en aol.com)  
-  ENGLISH - 
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ANNOUNCEMENTS 
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Please contact me if you would like to offer your place for a  tertulia in 
March or April.  We  still don´t have another tertulia scheduled for either 
March or April.  
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Hello! 
The  next tertulia will finally (!) take place on March 16th (WEDNESDAY) at 
7 pm at  Robert Weisbard’s house. 
1531 Addison St, Berkeley 94703 
(Addison is one block south  of University.  Roberta is located between 
Sacramento and California streets).  
Please send Roberta an RSVP at: _rweisbard en gmail.com_ 
(mailto:rweisbard en gmail.com)   
The  reading, two short stories by Elena Poniatowska, is attached as a PDF 
file.  There is also a copy of the story below in case you have problems 
with the PDF.  
Please come prepared, having already read the story, and  bring a plate
and/or drink to share. 
Debra  Valov 
www.lasecomujeres.org 
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Grupito mailing  list 
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LA LECTURA/THE  READING 
Elena Poniatowska  
EL  RECADO 
Vine Martín, y no  estás. Me he sentado en el peldaño de tu casa, recargada 
en tu puerta y pienso  que en algún lugar de la ciudad, por una onda que 
cruza el aire, debes intuir  que aquí estoy. Es este tu pedacito de jardín; tu 
mimosa se inclina hacia afuera  y los niños al pasar le arranzan las ramas 
más accesibles... En la tierra,  sembradas alrededor del muro, muy 
rectilíneas y serias veo unas flores que  tienen hojas como espadas. Son azul marino, 
parecen soldados. Son muy graves,  muy honestas. Tú también eres un 
soldado. Marchas por la vida, uno, dos, uno,  dos... Todo tu jardín es sólido, es 
como tú, tiene una reciedumbre que inspira  confianza.  
Aquí estoy contra el muro de tu casa, así como estoy a veces contra el muro 
de  tu espalda. El sol da también contra el vidrio de tus ventanas y poco a 
poco se  debilita porque ya es tarde. El cielo enrojecido ha calentado tu 
madreselva y su  olor se vuelve aún más penetrante. Es el atardecer. El día 
va a decaer. Tu  vecina pasa. No sé si me habrá visto. Va a regar su pedazo 
de jardín. Recuerdo  que ella te trae una sopa cuando estás enfermo y que su 
hija te pone  inyecciones... Pienso en ti muy despacio, com si te dibujara 
dentro de mí y  quedaras allí grabado. Quisiera tener la certeza de que te 
voy a ver mañana y  pasado mañana y siempre en una cadena ininterrumpida de 
días; que podré mirarte  lentamente aunque ya me sé cada rinconcito de tu 
rostro; que nada entre nosotros  ha sido provisional o un accidente.   
Estoy inclinada ante una hoja de papel y te escribo todo esto y pienso que  
ahora, en alguna cuadra donde camines apresurado, decidido como sueles 
hacerlo,  en alguna de esas calles por donde te imagino siempre: Donceles y 
Cinco de  Febrero o Venustiano Carranza, en alguna de esas banquetas grises y 
monocordes  rotas sólo por el remolino de gente que va a tomar el camión, has 
de saber  dentro de tí que te espero. Vine nada más a decirte que te quiero 
y como no  estás te lo escribo. Ya casi no puedo escribir porque ya se fue 
el sol y no sé  bien a bien lo que te pongo. Afuera pasan más niños, 
corriendo. Y una señora con  una olla advierte irritada: "No me sacudas la mano 
porque voy a tirar la  leche..." Y dejo este lápiz, Martín, y dejo la hoja 
rayada y dejo que mis brazos  cuelguen inútilmente a lo largo de mi cuerpo y te 
espero. Pienso que te hubiera  querido abrazar. A veces quisiera ser más 
vieja porque la juventud lleva en sí,  la imperiosa, la implacable necesidad de 
relacionarlo todo con el  amor.  

Ladra un perro; ladra agresivamente. Creo que es hora de irme. Dentro de 
poco  vendrá la vecina a prender la luz de tu casa; ella tiene llave y 
encenderá el  foco de la recámara que da hacia afuera porque en esta colonia 
asaltan mucho,  roban mucho. A los pobres les roban mucho; los pobres se roban 
entre sí...  Sabes, desde mi infancia me he sentado así a esperar, siempre fui 
dócil, porque  te esperaba. Sé que todas las mujeres aguardan. Aguardan la 
vida futura, todas  esas imágenes forjadas en la soledad, todo ese bosque que 
camina hacia ellas;  toda esa inmensa promesa que es el hombre; una granada 
que de pronto se abre y  muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada 
como una boca pulposa de mil  gajos. Más tarde esas horas vividas en la 
imaginación, hechas horas reales,  tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza. 
Todos estamos --oh mi amor-- tan  llenos de retratos interiores, tan llenos de 
paisajes no vividos.   

Ha caído la noche y ya ycasi no veo lo que estoy  borroneando en la hoja 
rayada. Ya no percibo las letras. Allí donde no le  entiendas en los espacios 
blancos, en los huecos, pon: "Te quiero..." No sé si  voy a echar esta hoja 
debajo de la puerta, no sé. Me has dado un tal respeto de  ti mismo... Quizá 
ahora que me vaya, sólo pase a pedirle a la vecina que te dé  el recado: 
que te diga que vine.  
Preguntas de tarea  
1. ¿Cuál es la forma narrativa de este cuento? 
2.  ¿Quién habla? ¿A quién se dirige? 
3. ¿Qué significación tiene el título del  cuento? 
4. ¿Cuál es el desenlace del  cuen 
_http://www.cord.edu/faculty/gargurev/recado.html_ 
(http://www.cord.edu/faculty/gargurev/recado.html)  
p.  3 *******************************************************************

Las  lavanderas (1979) 
Elena Poniatowska  (1933-) 
_http://faculty.mansfield.edu/wkeeth/Independent%20Study/lavanderas.PDF_ 
(http://faculty.mansfield.edu/wkeeth/Independent%20Study/lavanderas.PDF)  
En la humedad gris y blanca de la mañana, las lavanderas tallan su  ropa1. 
Entre sus  manos 
el  mantel se hincha como a medio cocer, y de pronto revienta con mil 
burbujas de  agua. Arriba 
sólo se oye el chapoteo2 del aire sobre las sábanas mojadas. Y  a pesar de 
los pequeños toldos de 
lámina,  siento como un gran ruido de manantial. El motor de los coches que 
pasan por la  calle 
llega atenuado3; jamás sube completamente. La ciudad  ha quedado atrás; 
retrocede, se pierde en 
el fondo  de la memoria. 
Las  manos se inflaman, van y vienen, calladas; los dedos chatos, las uñas 
en la  piedra, duras 
como  huesos, eternas como conchas de mar. Enrojecidas de agua, las manos 
se inclinan  como si 
fueran a  dormirse, a caer sobre la funda de la almohada. Pero no. La terca 
mirada de doña  Otilia 
las reclama. Las recoge. Allí está el jabón, el pan de a cincuenta  
centavos y la jícara4 morena  que 
hace  saltar el agua. Las lavanderas tienen el vientre humedecido de tanto 
recargarlo  en la piedra 
porosa y  la cintura incrustada de gotas que un buen día  estallarán. 
A doña  Otilia le cuelgan cabellos grises de la nuca; Conchita es la más 
joven, la  piel 
restirada5 a reventar sobre mejillas redondas  (su rostro es un jardín y 
hay tantas líneas secretas  en 
su mano); y doña Matilde, la rezongona,6 a quien siempre se le amontona la  
ropa. – Del hambre 
que  tenían en el pueblo el año pasado, no dejaron nada para  semilla. 
–  Entonces, ¿este año no se van a ir a la siembra,  Matildita? 
--Pues  no, pues ¿qué sembramos? ¡No le estoy diciendo que somos un pueblo 
de  muertos 
de  hambre! 
–  ¡Válgame Dios! Pues en mi tierra, limpian y labran la tierra como si 
tuviéramos  maíz. ¡A 
ver qué  cae! Luego dicen que lo trae el aire. 
– ¿E1  aire? ¡Jesús mil veces! Si el aire no trae más que calamidades. ¿Lo  
que 
trae es puro chayotillo! 7 
Otilia,  Conchita y Matilde se le quedan viendo a doña Lupe que acaba de 
dejar su bulto  en 
el borde  del lavadero. 
1 Frotan su  ropa. 
2 El  ruido. 
3 Muy  suave. 
4 Recipiente hecho originalmente de  calabaza. 
5 Muy  estirada. 
6 Persona que siempre se queja de  lo que se le manda a hacer y lo hace de 
mala gana. 
7 Planta que se da en las milpas;  el interior fibroso de su fruto seco se 
utiliza como esponja. En este sentido la  frase 
se  emplea para decir que el aire no trae nada valioso. 
p. 4   
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–        Doña Lupe, ¿por qué no había venido? 
– De  veras doña Lupe, hace muchos días que no la veíamos por  aquí. 
–        Ya  la andábamos extrañando. 
Las cuatro hablan quedito.8 El agua las acompaña, las cuatro  encorvadas9 
sobre su ropa,  los 
codos  paralelos, los brazos hermanados. 
– Pues  ¿qué le ha pasado Lupita que nos tenía tan  abandonadas? 
Doña  Lupe, con su voz de siempre, mientras las jícaras jalan el agua para 
volverla a  echar 
sobre la piedra, con un ruido seco, cuenta que su papá se murió (bueno,  ya 
estaba grande)10 pero 
con todo y sus años era campanero, por allá por  Tequisquiapan11 y lo 
querían mucho el  señor 
cura y  los fieles. En la procesión, él era quien le seguía al señor cura, 
el que se  quedaba en el 
segundo  escalón durante la santa misa, bueno, le tenían mucho respeto. 
Subió a dar las  seis como 
siempre,  y así, sin aviso, sin darse cuenta siquiera, la campana lo tumbó 
de la torre. Y  repite doña 
Lupe más  bajo aún, las manos llenas de espuma blanca: 
--Sí. La campana lo mató. Era una esquila,12 de esas que dan  vuelta. 
Se  quedan las tres mujeres sin movimiento bajo la huida del cielo. Doña 
Lupe mira  un punto 
fijo: 
–  Entonces, todos los del pueblo agarraron la campana y la metieron a la  
cárcel. 
– ¡Jesús  mil veces! 
– Yo le  voy a rezar hasta muy noche a su papacito... 
Arriba  el aire chapotea sobre las sábanas. 
8 En voz  baja. 
9 Dobladas. 
10 Viejo, entrado en  años. 
11 Balneario del estado de  Querétaro. 
12 Campana. 

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